Crecimiento económico y empleo digno de cara al nuevo gobierno
Por Laura Pacheco, asociada de Godoy Córdoba, para Asuntos Legales del Diario La República.
Como impulsor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, Colombia se ha comprometido a trabajar alrededor de 17 ejes temáticos para la construcción de un país próspero, sostenible e incluyente. Uno de estos ejes esenciales es el Trabajo Digno y el Crecimiento Económico (ODS-8), pues impacta de manera directa todos los demás objetivos.
¿Cuál es el principal medidor de este ODS?
De acuerdo con el Conpes 3918 de 2018, Colombia se enfocará en incrementar la tasa de formalidad laboral, la cual, contrario a lo que indica su nombre, no se mide en empleos formales, sino en el porcentaje de la población ocupada. En 2015 se inició con 50,8% y se estableció 60% como meta a 2030.
Según el informe del Dane de mayo de 2022, la tasa nacional de ocupación fue de 57%, teniendo un incremento considerable respecto a 2021, cuando se ubicaba en 52,1%.
Pareciera entonces, que estamos increíblemente cerca de alcanzar nuestro objetivo en materia de Empleo Digno y Crecimiento Económico. Sin embargo, eso no parece coincidir con los actuales análisis económicos y sociales, ni siquiera con el Reporte Nacional Voluntario que presentó el DNP en junio de 2021, frente al avance y estado actual de los ODS en el país.
¿Qué otros indicadores permiten medir este objetivo?
– El incremento en la tasa de formalización laboral (que hoy está en 46,6%).
La formalización es esencial para suplir las necesidades de poblaciones históricamente desatendidas, particularmente del sector rural, para promover un desarrollo económico sostenido, garantizar los mínimos laborales a todos los trabajadores y ampliar la cobertura de seguridad social.
– El incremento de la productividad (que en 2021 fue de 0,64%), mediante la diversificación, modernización, tecnológica e innovación.
– La disminución de la desigualdad salarial, mediante esquemas de remuneración que reconozcan salarios iguales a trabajos de igual valor.
– La reducción de los “ninis” (que en mayo de 2022 equivalían a 29,12%), lo cual se relaciona directamente con medidas para disminuir la tasa de desempleo joven, hoy de 21,5%.
– La eliminación del trabajo forzoso y de las formas de trabajo infantil, incluyendo la erradicación del reclutamiento forzado de menores.
¿Por dónde empezar?
1. Apropiando políticas de desarrollo que apoyen las actividades productivas, la creación de puestos de trabajo decentes, el emprendimiento, fomentando la formalización y el crecimiento de las Mipyme.
2. Promover el consumo eficiente de recursos, desvinculando el crecimiento económico de la degradación del medio ambiente. Para su puesta en marcha será importante considerar la forma adecuada para realizar la transición energética, evitando afectaciones económicas y sociales en el proceso.
3. Promover el turismo sostenible, reconociendo su potencial como eje del desarrollo rural, con apoyos y soluciones asequibles a los muy diversos actores que conforman el sector.
4. Establecer sistemas de protección para trabajadores migrantes, especialmente mujeres, dando continuidad y estructura a la política migratoria.
5. Continuar la reflexión y planeación de un sistema de empleabilidad eficiente para la equidad y el desarrollo, utilizando insumos de gran valor como el informe de la Misión de Empleo 2022.
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