¿Fuero de paternidad para todos los casos?
Por Ana C. Puentes, asociada de Godoy Córdoba.
El fuero de paternidad es una realidad y es aplicable a todos los casos por el simple hecho de estar esperando un hijo e informarlo al empleador. Sobre esto, aunque aún no contamos con el texto de la sentencia, la Corte Constitucional, a través del Comunicado 53 del 4 y 5 de diciembre de 2024, analizó el contenido del artículo 1° de la Ley 2141 de 2021, que regulaba el fuero de paternidad, y concluyó que este no se ajustaba a la Constitución Política.
En este sentido, recordemos que, este artículo establecía la prohibición de despido de todo trabajador cuya cónyuge, pareja o compañera permanente se encontrara en estado de embarazo o dentro de las 18 semanas posteriores al parto, y no tuviese un empleo formal. Asimismo, señalaba que esta protección se activaría con la notificación verbal o escrita del estado de embarazo de la pareja del trabajador.
Así las cosas, con la reciente decisión de la Corte, el requisito de vulnerabilidad económica desaparece, otorgando el fuero de paternidad a todos los trabajadores que vayan a ser padres, sin importar si su pareja tiene un empleo formal.
A criterio de la Corte, el fuero paterno busca garantizar que los hombres asuman, en igualdad de condiciones, las responsabilidades familiares, incluyendo el cuidado de los hijos y la distribución de las tareas del hogar independientemente de la situación económica del núcleo familiar. En este sentido, concluyó que las expresiones demandadas vulneraban los principios de igualdad y no discriminación, así como el derecho al trabajo en condiciones dignas y justas.
Como la sentencia aún no ha sido publicada, se desconocen en detalle los argumentos empleados por la Corte. Aun así, cabe preguntarse si esta medida representa un avance en equidad o si, por el contrario, se trata de una extensión innecesaria de un privilegio.
En principio, podría parecer que la ampliación del fuero podría reducir la discriminación laboral que enfrentaban las mujeres en edad fértil. Sin embargo, es importante recordar que esta protección se diseñó originalmente para evitar despidos discriminatorios durante la gestación en el periodo de posparto, una etapa en la que la madre atraviesa una mayor vulnerabilidad. Es por esto que la ampliación del fuero al padre, incluso cuando la madre trabaja y el hogar cuenta con ingresos, no parece tener un fundamento claro desde esta perspectiva.
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Asimismo, desconocemos si uno de sus efectos colaterales podría ser la desincentivación en la contratación de hombres jóvenes, del mismo modo en que ha ocurrido con mujeres en edad fértil. Además, la medida no distingue entre padres realmente comprometidos con la crianza y aquellos que podrían beneficiarse del fuero sin asumir efectivamente sus responsabilidades familiares.
Finalmente, vale la pena cuestionarse si el fuero de paternidad es la mejor herramienta para promover la equidad de género en la crianza o si, por el contrario, debería haber una política pública más integral que incentive la corresponsabilidad. Por ahora, solo queda esperar la publicación de la sentencia para conocer en profundidad los argumentos de la Corte y evaluar si esta decisión contribuirá realmente a una redistribución equitativa de las responsabilidades familiares y de crianza en los hogares colombianos.
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