Un homenaje a la generación dorada GC

martes, diciembre 29, 2020

En esta sección queremos hacer un reconocimiento a dos grandes profesionales que, además de ser testigos de las increíbles transformaciones de nuestra Firma en estos últimos 10 años, desde sus roles han aportado de manera extraordinaria a la consolidación de este proyecto.


¿Qué significa para ti hacer parte del histórico grupo de los 10 de GC? Un equipo que ha sido testigo del crecimiento y transformación que ha vivido la Firma durante años.

Catalina Vega: Es un motivo de orgullo. A quienes hemos tenido el privilegio de compartir estos últimos 10 años, sin duda, nos quedó grabada la impronta de la marca GC.

En un negocio donde en muchas oportunidades priman los egos y las vanidades individuales, Godoy Córdoba nos ha enseñado desde hace mucho tiempo que las victorias son de equipo y que no se trata de quién brilla más o menos, sino de cómo logramos engranarnos lo suficientemente bien para hacer las cosas con excelencia, para nuestros clientes y nuestra gente.

Hoy en día aprecio y celebro las conquistas que se lograron pensando en el bienestar de nuestro equipo. He sido testigo de cómo hemos trabajado para ser una organización que se detiene a ver el ser humano que hay detrás de cada persona y eso me llena de orgullo. Llevo 10 años viendo crecer personal y profesionalmente a colegas y amigos, manifestar todas sus capacidades, talentos y su poder personal de una forma extraordinaria. Eso es algo que para mí no tiene precio.

¿En este paso por GC qué ha sido lo más significativo para ti a nivel personal y profesional?

Profesionalmente, me he sentido una persona muy privilegiada en cuanto a mi formación académica. En Godoy Córdoba tuve la oportunidad de crecer en muchos sentidos y además fue un lugar donde encontré el apoyo para continuar con mis estudios profesionales.

Ingresé a la Firma cursando una especialización en Mercadeo y aquí tomé el impulso para consolidar esos aprendizajes con mi doble programa de Maestría. Sin duda, ha sido para mí un espacio de oportunidades en términos de formación educativa y profesional, pero al margen de eso, un espacio para aprender del negocio de la mano de los mejores.

Tuve la fortuna de sentarme en una mesa de negociación colectiva con el Dr. Carlos H. Godoy y verlo facilitar un taller de planeación con Colgate. Estoy segura de que para muchos abogados que están iniciando su carrera en la Firma tener esa oportunidad sería un enorme privilegio.

Pero además de eso, tuve la oportunidad de aprender a vender junto a él y junto a nuestro socio gerente Andrés Godoy. Ver esa inteligencia con el enfoque del negocio y esa visión que compartían con nuestros clientes, anticipándose a qué podrían esperar de nuestro servicio, para mí fue gratificante y enriquecedor, porque aprendí de la mano de los mejores mentores.

Hay personas que te marcan personal o profesionalmente y de las cuales adquieres aprendizajes que te llevas contigo toda la vida. Cuando recibí mi primer feedback en Godoy Córdoba, recuerdo que el Dr. Godoy me dijo: “Debes aprender a organizarte. Ser una maestra del orden, porque si tú manejas bien tu agenda, tu tiempo y tus responsabilidades, vas a estar en capacidad de recibir aún más responsabilidades y tener más cosas a tu cargo. Si no aprendes a organizarte, las manos no van a alcanzarte para abarcar lo que necesitas”. Y ese modo de ser y pensar me dio una guía y estructura para manejarme en ciertas cosas personales y profesionales de mi vida. Sin duda, aprender eso para mí también fue un gran privilegio.

Por otro lado, desde que llegué a la Firma tuve la posibilidad de hablar directamente con las cabezas de Talento Humano de las compañías líderes más grandes del país. Además, pude entrar en contacto con socios de Littler, en diferentes oficinas del mundo. Ese relacionamiento que nos brinda la Firma en términos de networking siempre me ha parecido muy valioso.

A nivel personal he pasado por diferentes etapas en la organización, tuve muchos años de mi vida en los que me sentí en constante aprendizaje. Incluso, en muchos momentos me sentí entre asustada y nerviosa de hacer algo mal, hacía todo muy cuidadosamente para que saliera perfecto, mientras adquiría la confianza para enfrentarme a ciertos retos.

Tuve muchos años con un nivel de pasión en el que di el 140% en todo lo que hacía y, aunque aún me apasiona cada proyecto que lidero, muchos episodios en mi esfera íntima hicieron que me preguntara cómo me veía viviendo los próximos años de mi vida. A qué ritmo, laboralmente hablando, y con qué nivel de equilibrio personal y profesional.

Siento que las categorías de antigüedad que hoy nos representan son muestra de todo ese proceso de crecimiento. En el caso de los Deer, de adaptación; para quienes son Owl, esa etapa de consolidación del conocimiento que se transmite en ese saber hacer del negocio, y todo ese proceso, hasta llegar a Horse, te sigue llevando por un camino de aprendizajes, que hacen al que llegar a este punto tomes decisiones que te permitan “galopar” con tranquilidad, como deseas de corazón hacerlo.

¿Cómo ves o te imaginas a Godoy Córdoba en un futuro?

En los próximos años visualizo a Godoy Córdoba como una organización que sigue creciendo, madurando y consolidándose. Una Firma que con toda seguridad seguirá siendo la # 1 en derecho laboral en Colombia. Sé que esta organización, por su historia, comprende tan bien el valor de la interdisciplina, que cada vez lo va a vivir más explícitamente en el servicio. Así que visualizo una organización mucho más integrada en temas de Talento, que exclusivamente legales.

Me imagino una compañía con un liderazgo muy joven y abierto al cambio. Uno de los aprendizajes que nos dejó esta pandemia es que debemos estar en capacidad de gestionar el cambio, porque cada 3 meses el escenario puede ser distinto y todo se acelera, como sucedió en este último año.

Sigo creyendo que la historia reciente de nuestra Firma nos muestra que tenemos una visión profundamente interdisciplinaria, con la que podemos seguir robusteciendo, no solo nuestro back office, sino el servicio en su integralidad.

Me imagino una organización muy enfocada en seguir trabajando en su internacionalización, buscando las mejores plataformas y canales para ofrecer y vivir ese servicio, siendo globales como los negocios de hoy.

Los próximos 10 años que se vienen para Godoy Córdoba serán tan fascinantes como la última década, porque vienen grandes retos: un relevo generacional, la consolidación y cobertura de servicios distintos, entre otros. Y esto, sin duda implica rediseñarnos en el mercado cada nuevo día, para generar un gran valor en el servicio que ofrecemos a nuestros clientes.


¿Qué significa para ti hacer parte del histórico grupo de los 10 de GC? Un equipo que ha sido testigo del crecimiento y transformación que ha vivido la Firma durante años.

Federico Bernal: Grandes sensaciones, principalmente por tres razones:

  1. Porque vi el cambio, pude ver la evolución asombrosa, enorme y rápida que ha tenido la Firma, pero no por ser rápida fue irresponsable, sino todo lo contrario, fue organizada y estratégica. Es un privilegio poder contar esa historia, porque cuando entré a la Firma, hace 10 años, éramos 11 abogados y quizás menos de 20 personas.
  2. No solo vi el cambio, sino también fui parte de él. Es decir, como todos los que han pasado por la Firma, tuve la oportunidad de contribuir, pero particularmente tuve el privilegio de crecer junto a Godoy Córdoba.
  3. Sin duda, la tercera gran razón es quienes hacen parte de esta Firma. Aunque ya no están todas las personas con las que entré hace 10 años, siento que aún estoy rodeado de las más valiosas para mí. Es un lugar en el que, durante el tiempo, no solo he podido construir relaciones de compañerismo o amistad, sino realmente familia.

Cuando me invitaron a ser socio de la Firma, pienso que es similar a cuando le piden la mano a alguien. Aunque nunca me pidieron matrimonio, imagino que se puede sentir algo parecido.

Y debo decir que es una familia que no solo se conformó en el momento en el que me invitaron a ser socio, sino desde mucho antes. Creo que con muchísimas personas en Godoy Córdoba y, personas con las que he crecido, lo que he podido crear es una relación familiar.

¿En este paso por GC qué ha sido lo más significativo para ti a nivel personal y profesional?

Profesional creo que no hay duda. Siempre había soñado con un crecimiento y desde hace mucho tenía un objetivo, pero no quiere decir que ese propósito haya finalizado. Podría decir que lo que era una meta se convirtió en un objetivo cumplido para buscar el siguiente. En la Firma también tenemos un plan de carrera de socios y eso es importante en la medida en la que nos lleva a seguir esforzándonos, a seguir viéndonos al espejo y preguntarnos qué hay que mirar, cambiar y perfeccionar.

En lo personal puedo decir que, sin duda, Godoy Córdoba es un lugar donde se construye una familia. En mi caso, fue el lugar que me permitió formar una familia en el sentido literal, junto a mi esposa y mi hijo. Alguien podría decir: “en cualquier lugar la gente se casa y tiene hijos”, pero hablo de realmente ser esposo y ser papá.

La Firma me ha permitido tener un balance de vida, en el que puedo llegar a casa, ver a mi hijo y organizarme. Ser un papá presente y no ausente. Es decir, no implicó que a cambio de lograr todo en el trabajo tuviera que renunciar a mi vida personal.

Es más, me atrevo a decir que en la Firma se reconocen las dos cosas, a tal punto que ser buen miembro de familia, me ha permitido ser buen miembro de esta familia Godoy Córdoba. Es algo que realmente me llena de satisfacción.

¿Cómo ves o te imaginas a Godoy Córdoba en un futuro?

Sin duda, manteniéndose como la Firma # 1 en sus especialidades y creciendo más de lo que ha crecido. Visualizo que seguiremos siendo un gran equipo con un crecimiento estratégico y organizado, como el que hemos tenido hasta ahora.

En la medida en la que sigamos creciendo, sin duda contribuiremos a nuestros clientes, pero además generaremos espacios a nuestros abogados y profesionales de otras disciplinas. Para que, seguramente, muchos tengan la posibilidad y fortuna que hemos tenido tanto Ana, Santiago y yo, como socios de carrera.

Ese crecimiento seguramente seguirá dándose, ojalá con el mismo manejo ordenado y cultural que hemos tenido, para mantener estructuras tan eficientes, útiles, estratégicas, de servicio, valor agregado, fidelización y atención al cliente, como las que hemos tenido hasta el día de hoy, pero sobre todo espero que podamos mantener un equipo donde nos sigamos sintiendo como una familia.

Para mí, creo que honestamente es lo más importante, que logremos mantener nuestra identidad a nivel de lo que significa la oficina en un balance de vida laboral y personal. Lo que significa la Firma como un espacio agradable. Más que un lugar de compañerismo o de amistad, un lugar de familia de trabajo. Sé que puede sonar romántico, pero para mí esos son los escenarios que nos permiten demostrar el equipo que somos y la cultura que nos representa.


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