¿Cuáles son los principales retos laborales del próximo Gobierno?

Por Carlos Hernán Godoy, socio de Godoy Córdoba.

El país atraviesa un momento importante a nivel electoral para definir el nuevo Gobierno. Por eso, en medio de la incertidumbre de las elecciones presidenciales, surgen algunas reflexiones de cara al futuro de los colombianos y los retos laborales más significativos que se deben tener en cuenta para retomar la recuperación económica luego de la pandemia.

En reiteradas ocasiones, los candidatos en su discurso hablan de que el problema gravísimo son las tasas de desempleo e informalidad, ese es el qué, pero ya es hora de que nos cuenten cómo lograrán contrarrestar esos indicadores. Este es un tema de fondo que requiere revisar la estructura misma del mercado laboral colombiano.

Ahora, los candidatos deberían al menos opinar sobre los planteamientos que contiene el informe de la Misión de Empleo, es la segunda vez que se convoca en la historia del país -hace 40 años se realizó la primera- y el diagnóstico de la disfuncionalidad del mercado laboral es el mismo. Lo que quiere decir, que el modelo como está no funciona, y quizá el camino que proponen en la Misión sea una manera más eficaz de hacerle frente a estas problemáticas.

En consecuencia, hay algunos puntos importantes e interesantes de análisis:

En primer lugar, la necesidad de rehacer el modelo de protección social colombiano. Hoy en día en Colombia, hay una especie de ligazón entre la ley laboral y el Sistema de Protección Social que es totalmente ineficaz debido a que a penas un 40% de la población se beneficia. El 60% restante no está llegando porque está marginada de las garantías sociales básicas.

Lo que plantea el informe es que debería haber una cobertura básica de salud y pensiones financiada con impuestos, no con aportes de la nómina, ni impuestos a la nómina, para que, de ahí en adelante sobre un básico de una pensión, que además no tiene que ser igual al mínimo legal, las personas puedan empezar a construir mejores pensiones y prestaciones económicas con sus aportes.

En segundo lugar, se plantea desligar la legislación laboral de la protección social para que se complementen, pero no dependan la una de la otra. Vale la pena destacar que, las leyes laborales y sentencias de las cortes son solamente instrumentos para hacer realidad los ideales de prosperidad social, pero en Colombia, pareciera que lo importante son las herramientas y no los objetivos, por eso se han producido en los últimos 30 años alrededor de 93 leyes para solucionar este problema y no lo han solucionado.

En tercer lugar, es importante encontrar soluciones para la protección social en los nuevos modelos de trabajo. Todas las personas de la economía digital que trabajan a la sobra de las plataformas digitales y que tienen relaciones de trabajo muy especiales, hoy en día están en el aire porque no han sido reconocidas esas nuevas formas de trabajo. Por eso, es necesario definir las reglas claras, generar una legislación adaptable a las características de las plataformas y promover mecanismos integrales de protección social a quienes encuentran por esta vía una opción de ingresos principal o complementaria.

Por otro lado, es indispensable seguir trabajando por las MiPymes. Recordemos que en el país el 90% del aparato productivo son micro y pequeñas empresas. Razón por la cual, no puede haber una sola normatividad, dado que el empresariado está fragmentado en grandes, medianas, pequeñas y microempresas. De ahí, la necesidad de reconocer las características del aparato empresarial y proporcionar los costos laborales de acuerdo con el tamaño de las empresas, pues no se le puede pedir lo mismo a una microempresa que a una gran empresa.

Todo lo anterior, por supuesto va acompañado de la necesidad de una reforma laboral que cubra a todos los trabajadores colombianos. Los pilares de esta reforma deben estar encaminados a generar un régimen laboral que vele por las MiPymes, reglas claras para el ejercicio del derecho laboral colectivo donde se garantice una buena interacción empresas/sindicatos, reglas laborales especiales para el trabajo en el campo y procedimiento especial y abreviado para definir los fueros de salud. Esto, a partir de la actualización de las reglas de operación laboral para dinamizarlas.

Sin duda, hay un camino largo por recorrer y lo que está de por medio, es ni más ni menos que una nueva oportunidad para la democracia, para la libre empresa con función social y en últimas para las empresas y trabajadores de Colombia. Es importante la llegada de un Gobierno comprometido que lidere el proceso de concertación con todos los grupos de interés para abordar sus necesidades particulares.


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