“Uno de los grandes retos de la equitación es aprender a comunicarte con tu caballo”
En esta entrevista, Camila Gaitán, asociada de nuestra Firma, nos comparte un hobbie que ha practicado por más de 14 años. La equitación llegó a su vida a los 11, en un vacacional de colegio, y lo que inició como pasatiempo se volvió parte de su vida. Ahora, que está en Godoy Córdoba tiene una visión que se ha enriquecido con el ejercicio de su profesión y en esta entrevista nos cuenta por qué los caballos ocupan un lugar especial en su vida.
¿En qué momento se despierta tu interés por la equitación?
Empecé a montar cuando tenía 11 años, en quinto de primaria. Desde pequeña me han gustado mucho los animales, pero la equitación como deporte fue más una influencia de mi papá. A él siempre le han gustado mucho los caballos y también practicó este deporte en su juventud.
Recuerdo que en unas vacaciones del colegio nos dijo a mi hermana y mí que quería que entráramos a un vacacional de equitación. La verdad nos animamos, fuimos y ahí comenzó. Era un curso intensivo, debíamos ir a practicar todos los días en la mañana y en la tarde. Así fueron las vacaciones de colegio en adelante y desde ese momento he practicado este deporte.
Cuando compartes deportes con amigos, generalmente unos se interesan en fútbol, otros en baloncesto o volleyball, pero ¿cómo has vivido el tema de la equitación?¿compartes este pasatiempo con personas cercanas?
Realmente de mis compañeros de colegio era la única persona que practicaba equitación. A mis amigos les causaba mucha curiosidad, porque no es un deporte muy común. De hecho, una compañera de mi hermana también practicaba, pero ellas estaban dos cursos más abajo. Así que, aunque en los vacacionales había muchos niños de nuestra edad practicando este deporte, no tuve la oportunidad de compartir este hobbie con mis amigos cercanos.
¿Cómo se vive un día de práctica equina?
Hoy en día estoy yendo los domingos a las 8:00 a.m., el recorrido es largo porque a mi hermana y a mí nos gusta montar en Cajicá. Cuando llegamos al lugar de práctica debemos alistar el caballo y cepillarlo. Para ese proceso de preparación nos apoyamos en as personas que cuidan los caballos, los palafreneros. Ellos nos ayudan a terminar de organizar el caballo, ponerle la silla, el bridón, los bajadores, lo protectores y las tendorenas.
Los caballos requieren mucho equipamiento, así que ese proceso de preparación puede tomar por lo menos unos 20 minutos, antes de iniciar la clase.
El desarrollo de la clase depende del profesor. Yo tengo el mismo profesor desde que tenía 11 años y fue con quien aprendí a montar caballo en los vacacionales. Normalmente se monta entre hora y hora y media, depende del plan de la práctica.
Si es una clase de salto, primero debes hacer un calentamiento con el caballo, que puede tomar aproximadamente 20 minutos, luego, el caballo va pasando por saltos progresivos. Primero pasa por las varitas, que son obstáculos que van sobre el piso, puedes ir aumentando el nivel de dificultad subiendo a un salto de 50 cm, y así poco a poco hasta la altura máxima que puedas alcanzar. En mi caso, la altura máxima a la que he logrado saltar es 1.20 metros.
Para ti, ¿qué ha sido lo más retador de practicar este deporte?
Existen muchos deportes de equipo en los que el resultado no depende únicamente de ti, sino de tus compañeros. El reto de la equitación es aprender a comunicarte con un compañero que no habla tu mismo idioma, por lo menos desde el entendimiento del lenguaje.
En la equitación muchas cosas dependen del jinete y por supuesto, debes aprender a darle instrucciones a tu caballo, pero son seres vivos que tienen su propio temperamento y montar a cada caballo es un mundo distinto. Por ejemplo, hay caballos que para saltar son muy acelerados, hay otros a los que les cuesta llegar al salto y hay que impulsarlos y hacer con ellos un calentamiento especial.
Así que creo que uno de los mayores retos es lograr establecer una conexión con tu caballo, y que ellos sientan tu energía cuando estás cabalgando.
¿Cuál es la clave para lograr sincronizarte con tu caballo?
Debes lograr estar en un estado de tranquilidad cuando estés arriba del caballo, porque ellos perciben si estás nervioso, de mal genio, o estresado. Así que la primera clave es lograr subirse y estar relajado. Sin dejar de estar alerta, pero lo más tranquilo posible.
Para que logres hacer conexión y sincronizarte con el caballo, tienes que usar todo el cuerpo. Debes usar las piernas de determinada forma, pero al mismo tiempo las manos, para que el caballo entienda lo que le estás diciendo, porque mientras él recibe instrucciones con las piernas, también recibe información a través de las riendas. Con ellas, logras relajarlo para que se acomode mientras estás montando. Si estás muy rígido y haces mucha presión con las piernas, el caballo se va a incomodar. Por eso, la clave es armonizar tus movimientos.