¿Cómo la Inteligencia Artificial impacta los procesos de Talento Humano?

Conoce cómo la Inteligencia Artificial puede impactar en diversos procesos de selección e incluso ayudarte a mejorarlos

Por María Paula Vargas, HRBP de Godoy Córdoba.

En la vanguardia de la revolución del talento, la Inteligencia Artificial (IA) se posiciona como nuestra aliada estratégica. Con un avance acelerado, los procesos de Talento Humano, desde la selección hasta el desarrollo del talento, están experimentando una transformación significativa, por lo que la Inteligencia Artificial impacta los procesos de Talento Humano:

  1. Reclutamiento y selección de personal: La IA ayuda a optimizar el proceso de reclutamiento al analizar grandes volúmenes de datos para identificar candidatos potenciales que se ajusten mejor a los requisitos del rol. Los algoritmos de IA pueden examinar hojas de vida, perfiles en redes sociales y otros datos para identificar habilidades y experiencias relevantes, que a su vez permitirán filtrar candidatos potenciales que se ajusten mejor a los requisitos del rol. De esta manera, la IA agiliza el proceso de reclutamiento y mejora la calidad de las contrataciones.
  1. Automatización de tareas administrativas: La IA permite automatizar tareas rutinarias y administrativas, como la programación de entrevistas, el seguimiento de candidatos, la gestión de documentos y la respuesta a consultas comunes de los colaboradores, permitiendo liberar tiempo para que el equipo de Talento Humano pueda enfocarse en actividades estratégicas y generar un mayor impacto en la organización.
  2. Análisis predictivo y gestión del talento: Los sistemas de IA pueden analizar datos de desempeño, retroalimentación de colaboradores, y otras variables para identificar tendencias y patrones en el comportamiento del personal. Esto permite anticipar necesidades de capacitación, identificar posibles problemas de fidelización y tomar decisiones más informadas sobre el desarrollo del talento (analizando encuestas y resultados sobre cultura, clima y/o burnout).
  3. Asistencia virtual para colaboradores: Los chatbots y asistentes virtuales impulsados por IA pueden proporcionar respuestas rápidas a preguntas comunes de los colaboradores sobre políticas de la empresa, beneficios, vacaciones, entre otros. Este tipo de herramientas permiten reducir la carga administrativa sobre el equipo y mejora la experiencia de los colaboradores al proporcionar acceso inmediato a la información que necesitan.
  4. Evaluación del desempeño y retroalimentación: La IA puede facilitar la evaluación del desempeño mediante la recopilación y el análisis de datos objetivos, como métricas de rendimiento, para proporcionar retroalimentación personalizada y precisa a los colaboradores, ayudando a identificar áreas de fortaleza y oportunidades de mejora de manera más eficiente.

Cabe aclarar que, la implementación de la Inteligencia Artificial también plantea desafíos éticos y prácticos, como la necesidad de garantizar la equidad y la transparencia en los algoritmos utilizados. Así mismo, es necesario abordar preocupaciones sobre la privacidad de los datos, el posible sesgo algorítmico y la preocupación de perder puestos de trabajo que la IA reemplace con sus nuevas funciones.

¿Se puede afirmar que la Inteligencia Artificial impacta los procesos de Talento Humano?

Lo anterior, demuestra como la IA está transformando la manera en la que se llevan a cabo las actividades en el área de Talento Humano, permitiendo una mayor efectividad y capacidad a la hora de tomar decisiones informadas. Sin embargo, está claro que todavía la IA no puede reemplazar por completo las habilidades y capacidades humanas en el ámbito laboral, siendo indispensable el conocimiento de un buen reclutador, coordinador o gerente de Talento Humano.

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La inquietud se inclina al riesgo de volvernos un área transaccional y menos humana, particularmente en lo que se refiere a los temas de atracción y desarrollo del talento. El desafío está en generar claridad del rol de la IA en nuestros procesos y su alcance, logrando eficiencia en los procesos, pero su vez, evitando caer en la “automatización” de las relaciones laborales y humanas.