La estrategia legal y la comunicación, van de la mano
Por Amaranta Lara
Es común que las áreas legales y financieras de las compañías sean “celosas” con el manejo de sus asuntos. No obstante, en estos momentos de incertidumbre, para empresas y trabajadores, es conveniente trazar estrategias con otras áreas de negocio, que faciliten las decisiones que se requieren para superar las secuelas del COVID-19.
Con gran sorpresa, las organizaciones por estos días reciben pliegos de peticiones de organizaciones sindicales, notificaciones de creación de nuevos sindicatos de empresa, visitas del Ministerio del Trabajo por denuncias anónimas y, ni hablar, de las reclamaciones vía tutela. Los empleadores manifiestan con frecuencia su gran desilusión, asumiendo que su equipo de colaboradores conoce la razón por la cual se adoptaron ciertas medidas o las dificultades económicas por las que el negocio atraviesa. Sin embargo, es algo que asumen, porque es muy probable que estas realidades no hayan sido debidamente comunicadas.
Por supuesto que no es necesario revelar datos reservados o sensibles de las compañías, pero sí se puede trazar una estrategia que permita dar a conocer tanto los esfuerzos económicos realizados por los empleadores para mantener las fuentes de trabajo durante el Estado de Emergencia, como cuánto ha costado implementar las medidas de bioseguridad, en contraposición a las pérdidas en ventas y las metas financieras no alcanzadas.
Por ende, en los casos de compañías que no están en capacidad de reconocer ciertos beneficios extralegales, de llegar a acuerdos en mesa de negociación, o que se ven en la necesidad de notificar suspensiones de contratos, terminaciones o cualquier otra medida de alto impacto para los trabajadores, siempre será terreno ganado cuando los colaboradores conocen la realidad de la empresa versus los escenarios de desinformación.
Este es el momento para que las compañías comuniquen estratégicamente tanto su situación presente, como sus planes a corto plazo, qué esperan de su gente para lograr los objetivos trazados y las limitaciones o recortes de presupuesto que son necesarios.
Está visto, además, que crear espacios internos (presenciales o virtuales) genera un impacto positivo, promoviendo que los trabajadores puedan expresar con sinceridad sus preocupaciones o cualquier situación que la organización pueda ajustar, antes de que estos prefieran radicar una reclamación formal. Es prudente la consolidación de un liderazgo positivo y cercano, así como incorporar nuevas metodologías para ejercer el liderazgo a distancia.
Recordemos que los conflictos laborales se presentan con frecuencia por la inhabilidad de las partes para comunicarse y expresarse de manera fluida, mostrando sus verdaderos intereses. Estamos convencidos de que los problemas se pueden solucionar primero “en casa”, lo que, por supuesto, traerá grandes beneficios en el clima organizacional y la optimización de recursos.
Hoy en día, la práctica del Derecho Laboral requiere incorporar habilidades blandas que viabilicen una asesoría realmente estratégica. Con el objetivo de facilitar a las partes la solución sus diferencias y contribuir a la tan anhelada descongestión judicial y administrativa.
Los invitamos a ser creativos para lograr una eficiente y cercana comunicación con su gente, a hacer equipo con aquellas áreas cuyas fortalezas pueden complementar las estrategias legales y financieras, a hacer entender a todos los que hacen vida en su organización que sólo remando juntos se logrará alcanzar una nueva estabilidad económica que garantice empleos y beneficios.
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