“Una de las claves para ser un buen bailarín es saber escuchar”
Estuvimos compartiendo en esta entrevista con Claudia Cano, asociada de Litigios en nuestra oficina de Cali. Aquí nos comparte uno de sus grandes hobbies, porque como buena caleña, lleva el ritmo en las venas.
¿Cómo iniciaste con este hobby en tu vida? ¿en qué momento llegaste a la rumba aeróbica y cómo la practicas actualmente?
Desde muy pequeña asisto a clases de baile. Mi jardín quedaba en Buenaventura, allá es típico el currulao y ahí comencé a tomar clases de música típica de la región. Luego de eso, a pesar de no asistir a academias especializadas de baile, siempre buscaba practicar en cada espacio en el que tenía la oportunidad.
Mi gusto por la rumba aeróbica inicia en la Universidad. Estudié mi pregrado en Derecho en la Javeriana Cali y allá dictaban clases de rumba que me cuadraban con los ‘huecos’ entre materias. La profesora que dictaba estas clases se fue de la Universidad, pero me invitó a su academia, para que siguiera en el cuento. Y así comencé a acompañarla a todas las posibles clases que dictaba en la Academia, Centros Comerciales, etc.
Estuve en una academia que se llama Tango Vivo, durante año y medio, aprendiendo salsa, tango, hip hop. Luego, seguí asistiendo a las clases que dictan en los centros comerciales y en el parque Ingenio, aquí en Cali.
Actualmente asisto por lo menos una vez a la semana a una clase de baile, porque me encanta y es la forma en la que me puedo relajar. Respecto a la rumba aeróbica, en algún momento me gustaría certificarme como instructora de Zumba, pero para eso debo hacer un curso especial. Espero tener la oportunidad de hacerlo pronto.
¿Cuál es el género que más disfrutas bailar y por qué?
Me encanta la Salsa Choque; siento que no es monótona. Algo que puede pasar con la salsa más tradicional, por lo menos respecto al baile. La salsa choque es divertida, puedes inventarte pasos y mezclar ritmos. Tiene una influencia bastante urbana, así que los beats te hacen sentir mucho más el ritmo. Definitivamente es el género que más disfruto.
¿Cuál es la clave para se un buen bailarín y bailarina?
Para mí, lo primero es la capacidad de escucha, porque un buen bailarín tiene que sentir el ritmo; puedes saberte los pasos, pero si no estás sintiendo la música, el ritmo, el compás, va a ser muy difícil que puedas bailar con fluidez. Entonces lo primero es escuchar, para poder interiorizar el ritmo.
Lo segundo es la práctica. En la vida para cualquier cosa en la que quieras volverte realmente un experto, debes practicar. A mí, me encanta bailar, entonces practico cada vez que tengo la oportunidad. En mi casa puedo bailar sola para practicar pasos o simplemente para divertirme.
Por último, te tiene que gustar. Cuando cualquier hobby que te apasiona, lo haces con amor y con pasión, se nota. Si realmente no te gusta bailar y tomas alguna clase por obligación o porque te dijeron que tenías que aprender, seguramente aprenderás pasos, pero difícilmente te harán vibrar.
Háblanos un poco de Zumba, Salsa y Conga ¿Cómo fue que llegaste a la idea de nombrar a tus mascotas como géneros de baile?
Si hay algo que siento que me caracteriza es el baile y una de mis pasiones es la Zumba; desde que la conocí sentí que iba a querer practicarla toda la vida, y así ha sido, porque así no me certifique como instructora practicaré Zumba hasta que tenga la posibilidad de hacerlo.
Así comenzó esto, adoro a mi perrita y quería que llevara con ella algo que me apasiona y realmente amo, así que decidí llamarla Zumba.
Luego llegó Salsa. A ella la trajo mi novio, pero realmente es como si fuera mía. Él la recogió de la calle (todas mis mascotas son rescatadas), y el género favorito de mi novio es la salsa, así que a él le sonó la idea y decidimos llamarla así.
A Conga la adoptamos, pero mis papás se encariñaron con ella y hoy en día vive con ellos. Ya teníamos claro que queríamos llamarla como algún ritmo musical. En algún lugar escuché que los nombres de perros debían tener dos sílabas, para facilitarles la asociación, y no encontrábamos un ritmo que nos convenciera. Así que pasamos a instrumentos, hasta que llegamos a Conga.
Respecto a mis mascotas, las adoro. Zumba, Salsa y Conga son adoptadas de distintas fundaciones. Hoy en día tengo la oportunidad de apoyar a 3 de estas organizaciones, y a pesar de que no es a través del baile como he podido contribuir, este ha sido un puente que me recuerda constantemente ese vínculo entre lo que me apasiona y el amor que tengo hacia mis perritas.
¿Tienes alguna anécdota alrededor del baile que quieras compartir con nosotros?
A mí me encanta que la gente conozca la Zumba y que ojalá se quedara practicándola. Recuerdo que en una clase en Palmetto, un centro comercial en Cali, invité a muchas personas; a mi familia, amigos, mi novio, su familia. El caso es que asistieron muchas personas que conocía.
Justo ese día el instructor hizo un concurso con la canción Quimbara de Celia Cruz; no solo había que aguantar la canción, sino seguirlo a él a su ritmo. Nos sacó a varias personas, yo quería botar la toalla, porque esa canción es súper exigente físicamente y solo pensé en un momento: “qué pena con toda la gente que vino y me conoce y que yo tenga que parar, ¡pero no voy a pasar por esa pena!”. Y así fue, saqué fuerza de donde no la tenía y al final lo hice tan bien que me gané ese concurso. Creo que cuando hay algo que te gusta y apasiona, el único límite está en la mente.