“No sabría decir si fui yo el que escogió el derecho laboral, o el derecho laboral me escogió a mí”

“No sabría decir si fui yo el que escogió el derecho laboral, o el derecho laboral me escogió a mí”

 

En esta edición de Estrategas, Ricardo Alonso nos cuenta como ha sido su trayectoria en el derecho laboral, su experiencia profesional internacional y lo que representa para él, ser el nuevo socio de nuestra Firma.

 

 

¿En qué momento eliges el derecho laboral como tu camino profesional?

Personalmente, creo que es un tema más de estar en el lugar correcto y en el momento correcto. Inicié mi carrera profesional como asistente en una firma legal en Venezuela y en esa época tenía la oportunidad de trabajar en ese cargo mientras estudiaba mi carrera como abogado. Justamente, luego de presentar los documentos allí, ingresé en el departamento laboral y durante 3 años aproximadamente fue la única área a la que me dediqué.

Cerca de graduarme pasaron dos cosas: me hicieron una oferta para quedarme en este lugar y, por otro lado, el que fue mi tutor, Juan Carlos Varela -hoy en día socio de Littler- me preguntó si me quería ir con él a fundar un departamento laboral en un escritorio americano que en esa época se llamaba Hector & Davis.

Básicamente yo no sabría decir si fui yo el que escogió el derecho laboral o el derecho laboral me escogió a mí, porque de alguna manera la vida me acercó a esta rama desde el inicio; nunca conocí otra área distinta y todas las oportunidades se me dieron en esa especialidad.

 

¿Alguna vez contemplaste la posibilidad de estudiar algo distinto al derecho?

Sí, curiosamente -y eso probablemente poca gente lo sabe- antes de entrar a Derecho entré a la Facultad de Ingeniería. Incluso, apliqué a dos carreras antes: estuve inscrito en la Escuela de Oficiales del Ejército y estuve en la Facultad de Ingeniería de la universidad.

Me decidí por la Facultad de Ingeniería, llegué a cursar un semestre, pero es ahí cuando dije “¿Sabes qué? Esto no es lo mío”, me tomé unos meses y en ese tiempo pensé “Definitivamente me voy a ir por el Derecho”.

Básicamente vuelvo a aplicar de nuevo a la universidad, pero esta vez por la carrera de Derecho. Puedo decirte que, de alguna manera, tuve la oportunidad de probar otras cosas antes de inclinarme de lleno en esta profesión.

 

¿Cómo es el tema militar al que te postulaste, qué te llamaba la atención de eso?

Pues yo creo que, en esa época tenía demasiados intereses diversos. Cuando sales de la secundaria o del bachillerato no siempre tienes muy claro qué quieres ser, porque es una etapa de exploración. En esa época, por un lado, me llamaba un poco la atención hacer carrera militar, pero por otro lado también me inclinaba por todos los temas de tecnología.

De hecho, yo quería ser Ingeniero Mecánico. Durante ese proceso de decisión apliqué a las dos escuelas, pero al final decido irme por ingeniería, y después de un semestre me doy cuenta de que no me gustaba lo suficiente y otra vez cambio a la Escuela de Derecho. Después de estar allí, durante el primer año, me di cuenta de que esto era lo mío y aquí era donde me quería a quedar.

 

Cuéntanos un poco sobre ese recorrido internacional que has tenido, que te fue acercando cada vez más a Godoy Córdoba y que te ubica hoy como socio de nuestra firma.

Yo casi siempre he estado en firmas y departamentos laboralistas, gran parte de mi trayectoria estuvo involucrada en firmas americanas. Pasé por McKenzie, Davis, entre otras. Estando en Sanders, por esa época, Littler contactó a Juan Carlos Varela y le preguntó si quería crear Littler Mendelson en Venezuela, siendo en ese entonces creo que la primera oficina internacional de la Firma curiosamente. Le preguntaron al equipo la opinión de crear esa oficina y termina materializándose. Yo entré de una vez como socio local en la estructura, fue como dar mi primer gran paso.

Mi segundo paso fue convertirme en socio internacional o head holder en la estructura de Littler, y ahí es donde empezó mi verdadera proyección internacional, que es cuando comencé a viajar muchísimo con Littler, básicamente con los eventos, en todas las capacitaciones y representando a Venezuela.

En el 2013 preventivamente -en esa época ni siquiera Godoy Córdoba todavía había llegado formalmente a la estructura de Littler- revalidé el título en Colombia porque estaba tratando de proyectarme en varios países. Empecé con Colombia y me quedé en Colombia, pero luego, gracias a todos los viajes y salidas de Littler, empecé a conocer muchísima gente, entre ellas a todos socios de la oficina de Godoy Córdoba.

Yo diría que mi trabajo es lo que me ha permitido tener una gran proyección. Empecé a conocer muchas actividades y viajar, eso aunado también a la Universidad de Cornell, pues hicimos la alianza en el proyecto Cornell y tuve que viajar muchísimo, dando entrenamientos en negociación y resolución en toda Latinoamérica. Hoy en día creo que todos los factores se confabularon para que se empezara a dar esa proyección internacional.

 

 

¿Qué significa para ti ser socio de Godoy Córdoba?

¡Wow! es una pregunta difícil de responder, creo que son muchas cosas juntas, primero para mí es un honor y un orgullo. Considero que llegar a ser socio de Godoy Córdoba, es una de esas metas que uno sueña con alcanzar y en las que no son muchos los elegidos.

Estás trabajando en la Firma más importante de laboralistas en Colombia, por ese simple hecho, el ser llamado a pertenecer a este equipo es un honor difícil de describir. Representa una meta en la que más puertas y caminos se abren y de manera muy especial. Godoy Córdoba no es solamente una Firma, desde el momento en el que ingresas como socio formalizas una relación con una familia, ese es el paso que sigue y que conlleva una gran responsabilidad.